Cuando unas gafas no son suficientes.
Muchas veces encontramos alteraciones en algunas habilidades visuales como: enfoque, coordinación ocular, motilidad ocular, etc. El tratamiento de éstas alteraciones lo realizamos a través de la Terapia Visual.
Los signos y síntomas que podemos encontrar ante una alteración de este tipo son: fatiga visual al ver de cerca, dolor de cabeza, visión borrosa (constate o intermitente) en visión lejana y/o cercana, distancia de trabajo inadecuada, guiñar un ojo, acompañar la lectura con el dedo, problemas de atención, inversiones de letras y/o números.
Con la terapia visual trabajamos para que el paciente obtenga una mayor facilidad en su percepción visual, reduciendo los esfuerzos necesarios para obtener información a través de su sistema visual (ojos y cerebro), de esta forma conseguimos un sistema visual más eficiente: leer con menos esfuerzo y comprender mejor.
La Terapia Visual puede ayudar a mejorar el rendimiento visual a pacientes de todas las edades, desde un niño con un problema de aprendizaje, un deportista o un adulto que ha sufrido un accidente cerebro-vascular.